La tasa de interés, a juzgar por los resultados que hoy muestra la economía dominicana, ha sido clave en este proceso, al revertir un escenario que se presentaba con números muy diferentes. En 2020 la economía dominicana finalizó con un crecimiento negativo de un -6.7%, que significó alrededor de US$10,000 millones menos respecto a 2019.
A partir de ahí la historia es conocida. Todas las economías reaccionaron en similares términos. Implementar una política monetaria expansiva fue la fórmula más expedita para enfrentar el frenazo económico tras al cierre de las actividades productivas. Sólo había dos prioridades: evitar la propagación del virus y el colapso económico.
La política monetaria expansiva, en lo que respecta a las economías centroamericanas, se comenzó a sentir en marzo de 2020 con una reacción colectiva de los bancos centrales de la región. Todos bajaron drásticamente su tasa de referencia. Costa Rica, que la ha mantenido en un 0.75% desde mayo de 2020, es el nivel más bajo en la región, seguida por Guatemala que en este período no la ha movido de 1.75%. República Dominicana y Honduras, con una tasa de 3.00% anual, están en el tercer lugar con los tipos de interés más bajos. Nicaragua ha sido más reacia a bajarla, pero la tiene en 3.5%, pues aun siendo baja es la más alta en la región. LEER
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