No busques 'un buen negocio'. Busca 'tu' negocio.



Hubo un momento en mi vida en que, decidido a emprender y a salir de la carrera de la rata, me reunía con mis amigos una vez por semana y atendía a grupos de networking buscando la respuesta a una simple pregunta: “¿Dónde hay un buen negocio?”.  En este proceso tenía un socio: mi amigo Arturo, que estaba más o menos en la misma línea. Íbamos de un lado a otro buscando algún negocio.

Otras veces, como muchos, me acercaba a mis amigos o conocidos que ya tenían cierto éxito o cuyo negocio estaba creciendo. “Mira eso” -le decía a Arturo- “a Pepe le está yendo bien. Ahí está el negocio, ahí está el dinero”. Y “El negocio” podía ser, literalmente, cualquier cosa: Vender casas, vender coches, vender chicles, vender muebles, limpiar oficinas. 

Después los analizábamos para “tomar una decisión”, con palabras y frases que habíamos aprendido en cursos de negocios. Preguntábamos “¿Cuál es el Retorno Sobre Inversión de este negocio?” o “¿Qué tipo de plataforma requiere?” o “¿Qué podemos aprender del Benchmark?”. Éramos hombres de negocios sin negocios, sin producto, sin clientes y, desde luego, sin dinero. 

No porque no lo intentáramos, claro. Durante esa década emprendimos o tratamos de emprender-algunos juntos, algunos por separado- varios negocios que fallaron: una tienda de “todo por el mismo precio”, una cadena de máquinas de vending, una desarrolladora de apps, una importadora de sillas, un local de sandwiches ¡y hasta una granja de lombrices! Hubo de todo, pero nomás no dábamos con “el negocio”. 

¿Qué estábamos haciendo mal?

“Todos los negocios son buenos negocios. Pero no todos son para ti”.

Esta historia está lejos de ser única. Le pasa a miles de jóvenes y adultos en todas partes del mundo, todos los días de la semana: tras tomar algún curso o seminario de negocios, deciden que quieren iniciar un negocio. Después “buscan un negocio” entre sus amigos o conocidos, o con las mismas personas que -casualmente- ya les vendieron el seminario. 

Si vas por la calle, casi todos los negocios con los que te topas son negocios viables. Esa ferretería, esa panadería, la pintura de los postes y los letreros espectaculares. Todo es negocio. Todos son buenos negocios, pero no todos son para ti. Leer

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